En un periodo en el que apenas podemos hacer predicciones, la apuesta radica en transformar en la mayor medida posible los costos fijos en costos variables, directamente proporcionales al volumen de actividad. En el segmento de servicios logísticos, la solución consiste en la externalización. En este contexto, el objetivo común del logístico y el cliente se convierte en comprometer los gastos en concordancia directa con las necesidades, manteniendo al mismo tiempo el control.
Y el secreto del éxito reside en la organización.